La compañía Twitter, que está inmersa en el desarrollo de una nueva política de comentarios y uso de su red que ampliará su política para combatir la incitación al odio, abre hoy un proceso para pedir comentarios y opiniones sobre esta cuestión a cualquier interesado.

Es la primera vez que la compañía realiza una iniciativa similar, según explican en el blog corporativo la directora del departamento jurídico, Vijaya Gadde, y la vicepresidenta del departamento de seguridad, Del Harvey.

La red de «microblogging» trabaja desde hace meses en el desarrollo de una nueva política para combatir el «lenguaje deshumanizador» en su espacio y ampliar su política contra la incitación al ocio.

Aunque la política de la compañía prohíbe fomentar la violencia contra otras personas por motivo de su raza, origen, nacionalidad, orientación sexual, género y otras cuestiones, la compañía reconoce que hay mensajes que se vierten en la red que «muchas personas consideran abusivos, aunque no infrinjan las normas», según recoge el artículo firmado por las dos directivas.

El objetivo de la red de 280 caracteres es ampliar la política frente a la incitación al odio para que recoja el contenido que «deshumaniza a otros basándose en su pertenencia a un grupo identificable» incluso cuando el contenido «no incluya un objetivo concreto», subrayan.

Cualquier persona, usuarios y no usuarios, puede participar en el proceso que abre hoy Twitter, que trabaja con ONG y legisladores de aquellos idiomas en los que la encuesta no está disponible.

El difícil equilibrio entre la libertad de expresión y la incitación al odio y el acoso es uno de los principales problemas de Twitter, que se declara comprometida con promover una conversación pública saludable.

Una de los últimas controversias en que ha estado envuelta la compañía ha sido la suspensión del locutor ultraconservador estadounidense Alex Jones, director de la web Infowars, acusado de difundir teorías conspiratorias.

Facebook, Apple y Youtube vetaron los perfiles de sus plataformas a principios de agosto, pero Twitter se negó a sumarse alegando que no había violado ninguna norma interna de la empresa y defendiendo el derecho a la libertad de expresión.

Un mes después, Twitter se sumó a estas medidas y cerró la cuenta del polémico locutor ultraconservador.

La recogida de opiniones y comentarios de los usuarios sobre las nuevas políticas y normas se prolongará hasta el 9 de octubre.