Tokio,-Según se acercan los Juegos Olímpicos de 2020 el Gobierno de Japón debe acabar cuanto antes con el problema que suponen los restos radiactivos de la central nuclear de Fukushima. Un tema hasta cierto punto tabú en el país y sobre el que la información no fluye con la agilidad que sería deseable, según La Vanguardia.

El principal problema está en el reactor nuclear número tres. En cuyo interior siguen existiendo residuos radiactivos muy peligrosos. Esto provoca que debido a los efectos letales de este material sólo un robot bien preparado puede acceder a las ruinas del reactor.

Esto no es tarea fácil. En marzo de este año se supo que los robots que se usan para acceder a la central estaban siendo destruidos por la radiactividad. Por eso se pondrá a prueba un nuevo modelo en forma de pez que será controlado mediante un cable por operarios ubicados en una zona segura.

Mini Mambo, que es el nombre de este robot, ha sido creado por Toshibatendrá unas dimensiones de 13×30 cm para poder circular por zonas de difícil acceso. Un tamaño que no es casual. Pues el único orificio por el que podrá acceder cuando entre en acción este próximo verano mide tan solo 14 centímetros. Contará con cámaras para poder inspeccionar visualmente la central.

De esta forma se podrá evaluar la cantidad y la ubicación de los combustibles que quedan en la central. Algo que resulta absolutamente vital para poder lograr una limpieza lo más exhaustiva posible de la zona. No hay que olvidar que una gran parte del perímetro que rodea a la central sigue siendo una zona muerta.