Gracias a un avance técnico, se ha logrado una solución simple y práctica para mejorar hasta 2.600 veces el rendimiento de las pantallas holográficas dinámicas tridimensionales.

Las aplicaciones potenciales de los hologramas digitales son numerosísimas. Además de en las artes y el entretenimiento, varios campos, incluyendo la visualización biomédica, la visualización científica, el diseño de ingeniería y las pantallas para todo tipo de usos, podrían beneficiarse de esta tecnología. Por ejemplo, crear órganos de tamaño natural para análisis en 3D podría ser muy útil, pero hasta ahora era muy complicado debido a la limitación de las técnicas de generación de hologramas.

Los hologramas tridimensionales que aparecen a menudo en las películas de ciencia-ficción, son una técnica conocida por el gran público, pero en realidad están creados a través de efectos gráficos por ordenador. Aún se están estudiando en el laboratorio métodos para crear verdaderos hologramas 3D. Por ejemplo, debido a la dificultad de generar imágenes reales en 3D, los aparatos recientes de realidad virtual (RV) y de realidad aumentada (RA) proyectan dos imágenes diferentes bidimensionales hacia el observador (una para cada ojo) con el fin de inducir ilusiones ópticas.

Para crear un holograma 3D que pueda ser visto sin equipo especial, como gafas 3D, hay que usar dispositivos de manipulación óptica que puedan controlar la dirección de la propagación de la luz.

Sin embargo, la mayor limitación a la hora de usar como pantallas 3D los dispositivos existentes de ese tipo es el número de píxeles. La gran cantidad de píxeles que se incluye en las pantallas de alta resolución desarrolladas en los últimos años es apropiada para una imagen 2D, y la cantidad de información contenida en esos píxeles no puede producir una imagen 3D. Por esta razón, una imagen tridimensional que pueda hacerse con la tecnología convencional de esa clase tiene un tamaño de 1 centímetro y un estrecho ángulo de visión de solo 3 grados, lo que está muy lejos de ser práctico.

El equipo de YongKeun Park y Hyeonseung Yu, del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología (KAIST), en Daejeon, Corea del Sur, ha ideado una solución para ese problema y ha desarrollado una pantalla holográfica 3D cuyo rendimiento es más de 2.600 veces mejor que el de sus homólogas actuales. Se espera que los avances logrados en esta línea de investigación y desarrollo mejoren el tamaño y el ángulo de visión limitados de las imágenes en 3D, los cuales han venido siendo una grave limitación para las actuales pantallas holográficas.