China lidera actualmente el sector de la energía renovable a nivel mundial con 23% de la demanda, mientras que Estados Unidos cuenta con 16 por ciento.

A inicios de 2017, China anunció que invertiría 360 mil millones de dólares en energías renovables para 2020 y que desecharían planes para construir 85 plantas de producción de electricidad por medio del carbón. El objetivo de la mayor economía del mundo es disminuir la contaminación en el país y, al mismo tiempo, reforzar su mercado de energías limpias.

En 2016, China fue la nación que más invirtió en energías renovables, con US$1.9 mil millones, superando a Estados Unidos (1 mmdd) y a la Unión Europea (1.4 mmdd).

Un estudio del Instituto Global McKinsey (MGI, por sus siglas en inglés) señaló que la adopción de nuevas tecnologías apoyará la producción de este tipo de energías, con la posibilidad de que su demanda llegue a un máximo en 2025; además, el MGI destacó que en las próximas dos décadas se podría incrementar la productividad mundial de las energías limpias de un 40 a 70 por ciento.

Con todos los cambios y revoluciones tecnológicas, China podría llegar en 2035 a liderar la demanda de energías renovables con un 35%, 12 puntos arriba de su porcentaje actual. Los adelantos de la nación asiática incluso harían que Estados Unidos redujera su posición en el sector, llevándolo a 12% de la demanda en ese año, cuatro puntos menos que en 2017.

El proyecto de China se basa en un mayor soporte en las energías renovables. La nación de Asia ya invierte actualmente más de US$100 mil millones por año en energía limpia a nivel local y US$32 mil millones -más que cualquier otro país- en renovables.