Una nueva investigación revela un efecto inesperado que las corrientes del océano subterráneo de Europa podrían estar ejerciendo sobre la rotación de una parte de esta luna.

 

Desde hace algunos años, existe el convencimiento de que Europa, una de las lunas de Júpiter, tiene un enorme océano interno bajo su corteza externa de hielo. Ese mar de agua salada parece ser que gira alrededor del interior rocoso del astro.

 

Asimismo, se ha venido sospechando también que la corteza externa de hielo flota libremente, girando a una velocidad diferente a la del océano que hay debajo y a la del interior rocoso.

 

El nuevo estudio aporta una explicación de cómo la corteza externa de hielo podría rotar a un ritmo distinto que el seguido por lo que hay debajo.

 

Las simulaciones informáticas del estudio realizadas mediante modelos digitales sugieren que el agua del mar subterráneo podría estar empujando la corteza externa de hielo, acelerando y ralentizando su rotación con el paso del tiempo.

 

Este trabajo de modelización es el primero que demuestra que las corrientes oceánicas de Europa podrían estar influyendo en la rotación de su corteza externa de hielo.