A través de una plataforma computacional, investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el CONICET (Argentina) son capaces de optimizar el diseño de edificios para lograr un menor consumo de energía sin resignar el confort. El primer paso es simular, es decir, hacer un modelo digital que permita ensayar diferentes escenarios. Así es posible saber cómo se comporta ese edificio en diferentes momentos del año, de acuerdo al clima local.

 

A esta simulación, los investigadores del Centro de Investigación de Métodos Computacionales (CIMEC) dependiente de UNL y Conicet, le agregaron un segundo paso que es la aplicación de un algoritmo de optimización. “Prueba diferentes diseños, evalúa su desempeño de acuerdo a lo que se busque –menor energía, mayor confort-, y en función de los resultados, el algoritmo decide qué otros diseños probar. Esto lo repite hasta encontrar el diseño óptimo”, explicó Facundo Bre, quien trabajó este desarrollo en el marco de su tesis doctoral.

 

Una de las pruebas de esta tecnología se hizo en uno de los modelos de vivienda del plan PRO.CRE.AR. Lograron mejorar la eficiencia energética del inmueble en un 82% gracias a la puesta en juego de diferentes variables que incluyen el tipo y tamaño de ventanas, los materiales y recubrimientos de las paredes, la orientación del inmueble, entre otras. Para llegar a ese resultado el algoritmo generó y evaluó 9.600 propuestas diferentes. “Uno puede establecer criterios y parámetros específicos. Hay factores que son determinantes como ocurre en muchos casos con la orientación del edificio, o se puede establecer un límite al monto que uno está dispuesto a invertir, por ejemplo”, detalló.

 

Facundo Bre desarrolló su trabajo bajo la dirección de Víctor Fachinotti en el CIMEC, dependiente de la UNL y el CONICET.