La deforestación de los bosques tropicales es uno de los principales factores que contribuyen al cambio climático y a la pérdida de las funciones de los ecosistemas locales y globales. América Latina cuenta con una gran parte de estos bosques tropicales, pero también presenta tasas de deforestación muy por encima del promedio mundial.


En esta región, la principal causa de deforestación es la expansión de las fronteras agrícolas para satisfacer las demandas de los mercados internacionales. Durante mucho tiempo se ha creído que los desequilibrios de poder y la desigualdad económica desempeñaban un papel importante en los procesos que causaban la pérdida de bosques tropicales. Sin embargo, los efectos de la desigualdad en el medio ambiente siguen siendo un objeto de debate científico.

Algunos expertos sugieren que un aumento de la desigualdad dificulta la acción colectiva necesaria para proteger el medio ambiente. Otros, opinan que las élites poderosas preocupadas por la conservación del medio ambiente pueden preservar mejor el ecosistema, por ejemplo, gestionando grandes áreas protegidas.

En este marco, un estudio realizado por Graziano Ceddia, investigador del Centro para el Desarrollo y el Medio Ambiente (CDU) de la Universidad de Berna (Suiza), ha analizado por primera vez vínculos específicos entre las diferentes formas de desigualdad, el aumento de la productividad agrícola y la expansión de las tierras agrícolas en los bosques de América Latina.

El estudio muestra que una mayor desigualdad aumenta la deforestación y una menor desigualdad protege mejor los bosques a largo plazo. Los hallazgos han sido publicados en la revista ‘PNAS’, según la información de la Universidad de Berna recogida por DiCYT.

El aumento de la productividad agrícola (la producción por hectárea) tiene el potencial de reducir la presión sobre los bosques, y permite satisfacer las demandas mundiales de alimentos. Pero también puede aumentar la rentabilidad de la agricultura e incentivar la conversión de más bosques a tierras de cultivo.