En ocho años la vida personal de un individuo puede experimentar cambios significativos. El presidente de un país no es la excepción.

Cuando entregue la banda presidencial este domingo 16 de agosto, Danilo Medina cerrará una etapa de ocho años como gobernante. A lo largo de ese tiempo, en su entorno familiar se dieron episodios como los que sucederían en cualquier otro hogar.

Cuando asumió la Presidencia el 16 de agosto del 2012, el político oriundo de Arroyo Cano, San Juan, tenía 60 años de edad. Dejará la posición con 68 años.

Por aquel entonces, tenía 25 años de casado con la psicóloga Cándida Montilla (Candy), con quien contrajo matrimonio en 1987. La pareja permanece unida y cuenta ahora con 33 años de unión.

Con Montilla, el presidente saliente procreó tres hijas: Candy Sibeli, Vanessa y Ana Paula (curiosamente, Luis Abinader, quien lo sucederá a partir del 16 de agosto, también es padre de tres hijas).

Cuando los Medina Montilla se estrenaban como familia presidencial, ya las dos hijas mayores, Candy Sibeli y Vanessa, se habían hecho profesionales. La primera se formó como economista y la segunda, como abogada.

La menor, Ana Paula, se graduó de médico general en la Universidad Iberoamericana (Unibe) en 2015, mientras su padre ocupaba la Presidencia.

De modo que Medina deja el poder con sus tres hijas convertidas en profesionales.

A esto se añade el hecho de que pasó de ser el padre de tres jóvenes solteras a tener dos hijas casadas.

Vanessa contrajo matrimonio en diciembre del 2016; Candy Sibeli, un año más tarde.

Con el casamiento de sus dos hijas mayores y la posterior salida del país de la menor, que se fue a estudiar al exterior, Medina experimentó un cambio en su vida hogareña.

En una entrevista televisiva concedida en agosto del 2018 a la presentadora Jatnna Tavárez, el mandatario confesó que estaba experimentando el síndrome del nido vacío.

Otro vacío se produjo cuando perdió a su padre, un ser por el que el Presidente se desvivía, según contó Cándida Montilla en una entrevista del 2012 con Las Sociales de Listín Diario.

Juan Pablo Medina falleció el 3 de noviembre del 2019. Fue el único de sus progenitores que vivió para verlo convertido en Presidente de la nación; su madre, Amelia Sánchez, había muerto en el 2004, ocho años antes de que Danilo Medina resultara electo para el más alto cargo del Estado.

Y mientras unos se van otros llegan. Apenas un mes después de despedir a su padre, Medina se convertiría en abuelo. A mediados de diciembre del 2019, su hija Vanessa dio a luz a una niña a la cual puso por nombre Olivia.

En cuanto a su salud, la principal preocupación que trascendió al público giró en torno a una dermatitis cuyo origen se atribuyó al estrés.

A propósito de que este año varios funcionarios se contagiaron con el nuevo coronavirus, los periodistas consultaron al ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas, sobre el estado del primer mandatario. El ministro respondió que, según su percepción, Medina estaba “enérgico” y “duro y curvero”.