A menudo, incluso en visitas muy rutinarias, los médicos escuchan los sonidos del interior del cuerpo de sus pacientes: el aire que entra y sale de los pulmones, los latidos del corazón e incluso el movimiento de lo que queda de la comida digerida al avanzar por el tracto gastrointestinal. Estos sonidos proporcionan información valiosa sobre la salud de una persona. Y cuando estos sonidos cambian sutilmente o directamente sufren una interrupción, pueden ser señal de un problema grave que justifique una intervención urgente.

 

Ahora, el equipo de Jae-Young Yoo, del Instituto de Bioelectrónica Querrey Simpson, dependiente de la Universidad del Noroeste en Evanston, Illinois, Estados Unidos, está introduciendo una nueva clase de dispositivos portátiles blandos y miniaturizados que hacen mucho más que lo realizable mediante las auscultaciones llevadas a cabo durante los exámenes médicos ocasionales.

 

Adheridos suavemente a la piel, estos dispositivos de nueva generación rastrean continuamente los sonidos sutiles del funcionamiento de la maquinaria del cuerpo humano. Lo hacen de forma simultánea e inalámbrica en múltiples ubicaciones de casi cualquier región del cuerpo.