El robot submarino de la expedición Nautilus sorprendió recientemente a un calamar lechón del género Helicocranchia en las profundas aguas del atolón Palmyra en el Pacífico, una de las zonas menos exploradas de ese océano. El animal suele medir unos 10 cm y se caracteriza por tener un sifón en forma de hocico de cerdo.

El equipo del Nautilus se sintió desconcertado al encontrarse con el ejemplar de calamar lechón transparente (Helicocranchia sp.). El pequeño animal, de unos 10 cm de longitud, suele vivir cerca de la superficie del mar, a profundidades de entre 100 y 200 metros, y bajar hasta los mil metros cuando llega a la edad adulta. Sin embargo, el vehículo de exploración logró captar imágenes de este molusco a 1.385 metros de profundidad. El calamar presentaba unas pequeñas aletas parecidas a remos y unos tentáculos cortos sobre sus ojos.

Sin duda, su característica más llamativa, además de la redondez de su cuerpo mientras flota, es su sifón o hiponome (un órgano que le permite expulsar agua y que produce una fuerza de locomoción) en forma de hocico de cerdo. Este rasgo le ha valido su nombre común.

El animal fue descubierto durante la expedición Nautilus, cuyo objetivo es caracterizar el fondo marino en las cercanías del arrecife Kingman, el atolón Palmyra y la isla Jarvis dentro del Monumento Nacional Marino de las Islas Remotas del Pacífico, una de las áreas marinas protegidas más grandes del mundo.