La actual pandemia ha permitido ver hasta qué punto habrían sido útiles ahora y cuánto podrán serlo en el futuro los robots sanitarios que están siendo desarrollados actualmente.

 

Disponer, en grandes cantidades, de robots capaces de asumir tareas de enfermería simples pero importantes habría resultado de gran ayuda en estos últimos meses para ayudar a reducir la carga de trabajo del personal sanitario ante la pandemia y también por la necesidad, demostrada por el índice de contagios, de minimizar la interacción entre paciente y profesional de la sanidad.

 

Dos modelos de robot de este tipo están siendo desarrollados y probados por el equipo de Woo Soo Kim en la Universidad Simon Fraser de Canadá.

 

El equipo de Kim programó dos robots, uno con forma humanoide y otro que esencialmente es un brazo robótico, para que realicen mediciones de señales fisiológicas humanas. El brazo robótico, parte del cual ha sido fabricado mediante impresión 3D, contiene electrodos biomédicos en la punta de cada dedo. Cuando la mano del robot toca a una persona, detecta las señales fisiológicas, incluidas las de un electrocardiograma (que monitoriza la actividad del corazón), las de la frecuencia respiratoria, las de un electromiograma (que monitoriza las señales eléctricas de los movimientos musculares) y la temperatura corporal.

 

El robot humanoide puede además monitorizar los niveles de oxígeno, lo que sería de gran utilidad para vigilar el estado de quienes desarrollan una COVID-19 grave. Los datos pueden verse en tiempo real en el monitor del robot o enviarse directamente al profesional sanitario.