El rover robótico Perseverance de la NASA, en la superficie de Marte desde febrero de 2021, ha extraído muestras pétreas en varios puntos de una zona considerada por los científicos como una de las más prometedoras para encontrar indicios de antigua vida microbiana en Marte. Esta zona es un antiguo delta fluvial en el gran cráter Jezero, el cual mide 45 kilómetros de extremo a extremo.

 

El citado delta se formó hace unos 3.500 millones de años en la convergencia de un río marciano y un lago. En la actualidad, el Perseverance está investigando las rocas sedimentarias del delta, formadas cuando partículas de diversos tamaños se asentaron y cohesionaron en el fondo, antaño cubierto de agua.

 

Una de las rocas de las cuales el Perseverance ha extraído muestras mide 1 metro y se formó hace varios miles de millones de años, a medida que el lodo y la arena fina se asentaron en el fondo del lago de agua salada en evaporación. Un análisis realizado por el Perseverance delata la presencia de materia orgánica.

 

Las sustancias orgánicas son una amplia clase de compuestos formados principalmente por carbono y suelen incluir hidrógeno y oxígeno. También pueden contener otros elementos, como nitrógeno, fósforo y azufre. Aunque hay procesos químicos no biológicos que producen estas moléculas, algunos de estos compuestos son componentes químicos de la vida. La presencia de estas moléculas específicas se considera por tanto una biofirma potencial: una sustancia o estructura que podría ser evidencia de vida en el pasado, pero que también podría haberse producido sin la presencia de vida.