En muchas ocasiones, la formación de un individuo dura hasta 20 años de forma ininterrumpida. Aún con todo los estudios que se pueden realizar desde Kínder, hasta la universidad y posteriormente, aveces no es suficiente para pasar de la teoría a la práctica.
¿Por qué sale el café de mano de un supuesto joven educado al rostro de una empleada indefensa?
Con frecuencia nos quemamos en la práctica, pues muchas veces no es suficiente repetir por más de 20 años que la educación incluye no agredir a los demás.
Puedes durar 240 meses teorizando en las aulas, pero en dos segundos pierdes todo ese tiempo si no sabes usar esas herramientas al momento de resolver un problema de los tantos que nos presenta la vida.
Nada puede ser tan monstruoso que te lleve a echar por la borda todo lo que construye en tanto tiempo. Tus éxitos no pueden estar atados a impulsos del momento, porque si estos te vencen de nada te sirvió construir con tanto esfuerzo lo que has logrado en la vida.
Es mejor el silencio que las muchas palabras descompuestas, recuerda que callar no significa cobardía, es más bien un método de responder con las palabras correctas en tiempo oportuno.
El café no salió por el estrés, el café no fue lanzado por una equivocación, el café vertido de forma violenta e injustificada en los ojos de la empleada, es el fruto de una conducta inaceptable que no se corresponde al ser humano que está llamando a amar y respetar al prójimo.
El café es mejor en la taza, volando hacia un rostro solo deja problema en las dos direcciones. De alguna manera también nos retrata como sociedad que no termina de avanzar en la erradicación de la violencia de género y la protección a las mujeres.
