Aunque no hay constancia de ningún riesgo de colisión de un asteroide u otro cuerpo celeste comparable contra la Tierra en las próximas décadas, no puede descartarse que la órbita de alguno de estos astros se vea perturbada de tal modo que lo lleve a pasar peligrosamente cerca de la Tierra, ni que se descubra que un objeto hasta entonces desconocido, está en rumbo de colisión contra nuestro planeta.

Es fundamental, por tanto, disponer de una buena capacidad de detección y seguimiento de cuerpos celestes potencialmente peligrosos, tal como exponíamos en nuestro reciente artículo sobre el NEO Surveyor, pero también es esencial disponer de un sistema más activo de defensa planetaria contra asteroides.

Aunque evacuar una ciudad antes de un impacto permita salvar vidas, sería mejor poder evitar también la destrucción de la ciudad. Desviar la trayectoria del cuerpo en rumbo de colisión sería un buen modo de evitar daños, humanos y materiales.

La NASA probará una tecnología de desvío de asteroides y cuerpos comparables con su misión DART (Double Asteroid Redirection Test). Si todo va bien, el lanzamiento al espacio se hará a finales de este año.

DART servirá para poner a prueba una tecnología de defensa planetaria para impedir un impacto contra la Tierra por un asteroide peligroso. DART será la primera demostración de la técnica del impactador cinético para cambiar el movimiento de un asteroide en el espacio.

El asteroide Didymos, que puede acercarse peligrosamente a la Tierra, es el objetivo de la demostración DART.

Se trata de un sistema binario, o sea una pareja de asteroides que además de girar en torno al Sol giran uno alrededor del otro.

En el catálogo oficial de asteroides listados por orden de descubrimiento, Didymos tiene el número 65803.

Mientras que el cuerpo principal de Didymos tiene aproximadamente 780 metros de diámetro, su cuerpo secundario (o luna) tiene un tamaño de unos 160 metros, que es más típico del tamaño de los asteroides que podrían suponer una amenaza significativa para la Tierra.