Este martes 15 de junio artistas y comunicadores del país compitieron en Premios Soberano, galardón que otorgaron la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) y la Cervecería Nacional Dominicana a lo mejor del espectáculo durante el 2019 y el 2020. Y, como en toda premiación artística, mientras unos se alzaron con una o varias estatuillas, otros salieron con las manos vacías.

¿Qué efecto emocional puede tener el no ganar una nominación frente a la cual se tienen grandes expectativas? ¿Cómo prepararse mentalmente para aceptar el resultado cualquiera que sea? ¿Qué hacer luego de la premiación?

La psicóloga clínica y neurocoach Kathya Flores, directora del Centro Terapéutico KFA, aborda estas y otras inquietudes sobre el tema.

Un artista o personaje famoso suele estar acostumbrado a ser centro de atención. ¿Cómo influye esto en sus expectativas frente a un premio?

Un artista o personaje famoso suele estar muy sometido al escrutinio y juicio público, lo cual le genera mucha presión, ya que hay expectativas de la gente que lo sigue, que lo respalda, lo contrata, produce o patrocina, y su trabajo depende mucho de su talento, pero también de cómo se proyecte, y su deseo es no fallarle a todos aquellos que ponen sus expectativas en él o ella. Su expectativa es precisamente no defraudar a quienes han creído en este artista o personaje famoso, lo cual genera mucho estrés psicológico.

¿Qué efecto emocional podría tener el perder una nominación?

El temor de perder credibilidad, el no sentirse validado o reconocido también afecta su autoestima y autoimagen de cómo es visto o calificado por los demás, sobre todo si ha hecho un esfuerzo prolongado para alcanzar una meta o ser respetado en su trabajo y ha dado lo mejor de sí en esto. También hay que tomar en cuenta que el artista se nutre mucho de los aplausos y reconocimientos, así como de la cantidad de seguidores, dependiendo mucha veces de esto para obtener contratos o patrocinios, ya que esto ayuda a la parte comercial de su talento. Así que la presión de llenar las expectativas y de no bajar sus ventas o presentaciones y mantenerse en el mercado es muy fuerte, además de la nueva competencia que va surgiendo. Esto genera mucho estrés y preocupación emocional, así como ansiedad, que se manifiesta como temor al futuro y/o la incertidumbre de no saber qué va a pasar.

Antes de la premiación, ¿qué puede hacer para prepararse mentalmente a fin de asumir bien el resultado cualquiera que este sea?

Trabajar los niveles de ansiedad a través de ejercicios de relajación, tener alternativas para después del evento, si no se da el premio o reconocimiento esperado, ya que muchas veces se hacen planes en base a eso, y es bueno contar con otras opciones, por si las cosas no salen exactamente como se esperaban. Entender que la mejor competencia es consigo mismo de superarse cada vez, entendiendo que se aprende por ensayo y error y trabajar en su autoestima para que no se dependa tanto de la opinión ajena, sino del reconocimiento propio y la autovalidación a través de tres aspectos de la autoestima que siempre se pueden mejorar como son:

1. La autoimagen: No solamente de cómo me veo por fuera, sino también de cómo me veo por dentro. Si trabajo mi crecimiento personal y mis recursos internos, esta percepción de la imagen propia también mejorará y será un proceso de adentro hacia afuera y no de afuera hacia adentro.

2. La autoeficacia: Contar con las habilidades y destrezas para desenvolverme en la vida y eso siempre puede aprenderse. Siempre podré nutrirme y educarme en las diferentes esferas de mi vida y mejorar con técnicas y entrenamientos en habilidades y destrezas.

3. El automerecimiento: Siento que me merezco algo cuando he trabajado por eso, lo cual requiere precisamente trabajo, dedicación, tiempo y esfuerzo. Muchas veces el éxito que viene rápido, rápido se va; es mejor y más sostenible basarlo en una trayectoria, preparación y experiencia que lo respalde y sostenga a largo plazo. Para eso hay que seguir actualizándose, ser real, humano, humilde, sabiendo que todo llega a su tiempo, cuando estamos listos para manejarlo sin perder la cabeza y para eso hay que aprender a ganar con humildad y perder con dignidad.

Como psicóloga, ¿qué le diría a un artista que pierde una nominación a un premio?

Que siga intentando, pues todo aquel que ha llegado lo ha intentado muchas veces y la diferencia ha sido que mientras otros se han rendido, el que llega ha continuado. Que no ponga su esperanza o meta en el premio, sino en su deseo de hacer cada vez un mejor trabajo, que no se enfoque solo en hacer lo que ama, sino en amar lo que hace para que el mejor premio sea sentirse satisfecho con el trabajo realizado y que siga creciendo, valorando y disfrutando el camino, entendiendo que cada paso es un logro y aunque todo artista desea ir al Soberano y salir premiado, el hecho de estar nominado y allí presente ya es un reconocimiento en sí mismo. Hacer una revisión cada cierto tiempo de las fortalezas, oportunidades, debilidades, amenazas y aprendizajes para seguir mejorando y actualizándose en el camino ya que uno nunca deja de crecer y aprender… y es cuando cada uno de esos pasos se vuelve una aventura y se comienza a encontrar un sentido y un propósito en el para qué y de qué manera podemos asumirnos (hacernos responsables de nosotros mismos) y trascender (aportar a la vida de otros) a través de lo que hacemos, añadiéndole al talento, la disciplina y la práctica para alcanzar las metas y logros deseados.