Cuando se estiran o se deforman de otros modos, los polímeros con memoria de forma vuelven a su forma original tras la aplicación de calor o luz. Estos materiales son muy prometedores para la robótica blanda, los dispositivos biomédicos inteligentes y las estructuras espaciales desplegables, pero hasta ahora no habían sido capaces de almacenar suficiente energía.

Ahora, unos científicos han desarrollado un polímero con memoria de forma que almacena casi seis veces más energía que las versiones anteriores.

El logro es obra de un equipo que incluye, entre otros, a Christopher B. Cooper, Zhenan Bao y Shayla Nikzad, los tres de la Universidad de Stanford en California, Estados Unidos.

En las pruebas, el nuevo polímero pudo estirarse hasta cinco veces su longitud original y almacenar hasta casi seis veces más energía que los anteriores polímeros con memoria de forma.

El equipo demostró que el material puede utilizar esta energía para levantar objetos de hasta 5.000 veces su propio peso al calentarse.

Cooper y sus colegas también fabricaron un músculo artificial fijando el polímero a la parte superior y a la inferior del brazo de un maniquí de madera. Al calentarse, el material se contrajo, haciendo que el maniquí doblara el brazo por el codo.