Al dormir, los humanos experimentamos dos estados diferenciados de sueño: la fase de sueño de ondas lentas (durante la cual no solemos soñar) y la fase descrita como sueño de movimientos oculares rápidos (sueño REM por sus siglas en inglés) durante la cual típicamente soñamos. Esta última es una fase compleja durante la cual el cuerpo exhibe comportamientos que se hallan en el limbo entre los del acto de dormir y los de las horas de vigilia.
Antes se creía que estos dos estados de sueño al dormir eran exclusivos de mamíferos y pájaros. Hace varios años, se comprobó que algunos reptiles también los tienen. E incluso, parece que las sepias experimentan un estado parecido al REM. Ahora, un estudio revela que hay que añadir al pulpo a esta lista de animales que duermen como nosotros. Las observaciones plantean la intrigante posibilidad de que los pulpos, famosos por su gran inteligencia, tengan sueños y pesadillas.
Esta nueva investigación, realizada por el equipo de Sidarta Ribeiro, del Instituto del Cerebro, adscrito a la Universidad Federal de Río Grande del Norte en Brasil, se basó en observaciones, grabadas en video, de pulpos alojados en el laboratorio.
Los investigadores descubrieron que durante una etapa del proceso de dormir los animales estaban quietos, con la piel pálida y las pupilas de los ojos contraídas.
En cambio, durante otra etapa las cosas eran muy distintas. Los animales cambiaban dinámicamente el color y la textura de su piel. También movían los ojos mientras contraían las ventosas y accionaban algunos músculos de su cuerpo.
«Lo que lo hace más interesante es que esta fase de ‘sueño activo’ se produce sobre todo después de una larga etapa de ‘sueño tranquilo’, generalmente de más de 6 minutos, y que tiene una periodicidad característica», explica Ribeiro.