Un experimento realizado en el Bosque Atlántico (Brasil) sugiere que la silvicultura intensiva –con uso de herbicidas y una mayor cantidad de fertilizantes– es más eficaz para impulsar la regeneración de los bosques tropicales y el incremento de la biomasa que el método tradicional, basado en el control de gramíneas mediante el rozado y con menos abono.

Este estudio contó con el apoyo de la FAPESP – Fundación de Apoyo a la Investigación de Estado de São Paulo y estuvo coordinado por Pedro Henrique Santin Brancalion, profesor de Silvicultura de Especies Autóctonas en el Departamento de Ciencias Forestales de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz, de la Universidad de São Paulo (Esalq-USP), con sede en la localidad de Piracicaba, en Brasil.

Y también contó con la participación de científicos vinculados al Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (Cirad) de Francia, aparte de otros investigadores brasileños ligados a la Universidade Estadual Paulista (Unesp) de la localidad de Botucatu y a la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC). Los resultados se publicaron en la revista Ecological Applications, de la Ecological Society of America.

Tal como explicó Santin Brancalion, se considera que las actividades de reforestación son estratégicas para mitigar los cambios climáticos, pues la vegetación secuestra carbono de la atmósfera a medida que se desarrolla. “Hay programas que impulsan los países desarrollados, como Noruega, que apuntan a ayudar a neutralizar las emisiones de dióxido de carbono de sus actividades económicas. Hay también empresas que lanzan convocatorias de apoyo a proyectos de reforestación para neutralizar parte de las emisiones de sus fábricas, y hay innumerables ONGs internacionales que captan recursos de empresas interesadas en invertir en proyectos de reforestación con especies autóctonas en Brasil”, dijo.

Según el investigador, la maximización del acopio de biomasa leñosa en áreas reforestadas, con el fin de obtener pagos anticipados por existencias de carbono, resulta esencial para la viabilidad económica de esos programas impulsados por los esfuerzos de mitigación climática.

La silvicultura intensiva, que se aplica en el cultivo comercial de eucaliptos y pinos para incrementar la productividad y la rentabilidad, se impone como un abordaje prometedor con miras a aumentar la acumulación de biomasa leñosa en los plantíos de restauración. Sin embargo, según explicó Santin Brancalion, lo que se cuestiona es si dicho abordaje no dificultaría la regeneración natural de los bosques y la sucesión ecológica, debido a la alta competencia entre plantas colonizadoras y árboles plantados.

“En diversas situaciones se vuelve necesario plantar especies de árboles autóctonos. ¿Cómo hacer para que esas áreas de plantación de árboles nativos maximicen las existencias de carbono? Para hallar respuestas a esta pregunta, realizamos un experimento controlado de plantío de árboles autóctonos”, comentó.

Este experimento se llevó a cabo en la Estación Experimental de Ciencias Forestales de la Esalq-USP, situada en las cercanías del municipio paulista de Anhembi. Es un predio que le donó a la USP en 1974 la empresa Cesp (la Compañía Energética del Estado de São Paulo) con fines académicos y científicos. A partir de entonces, y bajo la administración del Departamento de Ciencias Forestales de la Esalq, la Estación Experimental de Ciencias Forestales – Anhembi empezó a realizar una serie de investigaciones orientadas hacia la introducción, la conservación y el mejoramiento genético de especies forestales exóticas y autóctonas, y se constituyó así en un importante banco de germoplasma del sector forestal a nivel mundial.