En investigaciones anteriores se comprobó durante cuánto tiempo perduran los recuerdos en la memoria de animales como por ejemplo peces, pájaros, cabras y primates. Algunos de los experimentos más largos de esa clase (en tortugas durante 9 años, en leones marinos durante 10 años y en delfines durante 20 años) se realizaron en animales que vivían en cautividad todo el tiempo. En un nuevo estudio, se ha examinado el alcance de la memoria en murciélagos viviendo en libertad.

 

Esta investigación la ha llevado a cabo un equipo integrado, entre otros, por May Dixon, de la Universidad Estatal de Ohio en Estados Unidos.

 

El estudio comenzó familiarizando a 49 murciélagos (capturados para la ocasión) con una serie de tonos de teléfono móvil que estos animales podían percibir claramente, y se les entrenó para que asociaran el volar hacia uno de los tonos con una recompensa en forma de alimento sabroso. En otras palabras, aprendieron que siempre que oían ese sonido, si volaban hacia el sitio de donde venía encontraban el preciado alimento.

 

Entre uno y cuatro años después, ocho de esos murciélagos fueron recapturados y expuestos de nuevo al tono relacionado con la comida. Todos ellos volaron hacia el sonido, y seis volaron hasta llegar al altavoz y cogieron la recompensa de comida, lo que significa que esperaban encontrar alimento. Otros murciélagos sin entrenamiento previo sobre los sonidos se mostraron indiferentes a esos tonos de teléfono que para ellos resultaban desconocidos.