Las aguas mal depuradas que llegan a los ríos y la escorrentía de zonas agrícolas pueden potenciar la expansión del gusano ancla —una especie exótica que parasita peces de agua dulce— en la red fluvial de la península Ibérica. Así se desprende de un nuevo trabajo en el que participan los expertos Alberto Maceda Veiga, del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio), y Adolfo de Sostoa, de la Facultad de Biología y del IRBio.

En el estudio, publicado en la revista International Journal for Parasitology, también participan Ralph Mac Nally (Universidad de Canberra, Australia), Andy J. Green (Estación Biológica de Doñana, EBD-CSIC en España), y Robert Poulin (Universidad de Otago, Nueva Zelanda).

El gusano ancla (Lernaea cyprinacea) es una especie invasora de origen asiático que afecta a peces de agua dulce —ciprínidos y salmónidos, en especial— y causa también muchas pérdidas económicas en piscifactorías. En la península Ibérica, este crustáceo copépodo se identificó por primera vez en 1973 en el río Esla, en la provincia de León (España). Hoy en día, el gusano ancla tiene una distribución casi mundial y su dispersión se asocia a las actividades recreativas en ríos y al comercio internacional de peces para la acuicultura.