Un equipo internacional de científicos alerta que bosques de todo el mundo que no se consideraban amenazados por episodios climáticos extremos sí que se están viendo fuertemente afectados.

 

La investigación, que ha consistido en la revisión y reanálisis de resultados de estudios, lo ha liderado el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos y ha contado con la participación de Jordi Martínez-Vilalta, investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF, por sus siglas en catalán).

 

Martínez-Vilalta y sus colegas han analizado los principales episodios de muerte de árboles y bosques ocurridos en todo el mundo en las últimas dos décadas en respuesta a los extremos climáticos. Los resultados han sido una sorpresa para los investigadores, quienes subrayan que es probable que en los próximos años se produzca una mortalidad de árboles y bosques más grande que la pronosticable con el conocimiento científico disponible. Los expertos destacan que mejorar las infraestructuras de datos puede contribuir a mejorar la investigación en este campo y hacer una detección temprana de estos episodios de mortandad.

 

Además del aumento de las temperaturas, el cambio climático se manifiesta también con fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes y graves. Es el caso de las sequías, y son ejemplos las sequías de los veranos de 2018 y 2019 que dañaron los bosques alemanes. Sin embargo, estos acontecimientos extremos y sus impactos no son fenómenos nuevos ni se limitan a Europa Central. Los informes sobre la mortalidad de los árboles inducida por el clima y los daños forestales a gran escala debido a los extremos climáticos se remontan a casi 50 años y se han ido produciendo en todo el mundo.