Unos científicos han logrado aislar células de cartílago muy bien conservadas en los restos fósiles de un dinosaurio de 125 millones de años de antigüedad extraídos de un yacimiento paleontológico en el nordeste de China. Las células aisladas contienen núcleos con restos de moléculas orgánicas y cromatina.

El descubrimiento lo ha hecho un equipo del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología (de la Academia China de Ciencias) y el Museo de Historia Natural Tianyu de Linyi en Shandong, China.

El dinosaurio, un Caudipteryx, era un pequeño omnívoro del tamaño de un pavo real con largas plumas en la cola. Vivió en tiempos del Cretácico temprano, en las orillas de los lagos poco profundos en la zona de la biota de Jehol, en lo que hoy es la provincia china de Liaoning.

Los datos geológicos acumulados a lo largo de los años han demostrado que la conservación de los fósiles de la biota de Jehol fue excepcional debido a las finas cenizas volcánicas que sepultaron los cadáveres y los preservaron hasta el nivel celular.

El equipo de Zhiheng Li, extrajo un trozo de cartílago del fémur derecho de este espécimen, lo descalcificó y utilizó diferentes métodos de microscopía y de análisis químico para analizarlo. Los investigadores comprobaron que todas las células se habían mineralizado por silicificación tras la muerte del animal.