Diversos estudios apuntan  a que el coronavirus surgió de un mercado de Wuhan, en China, donde se venden especies animale salvajes como murciélagos, serpientes o pangolines.

Varios expertos advierten sobre el riesgo que conlleva el consumo de estas especies e incluso en el epicentro asiático de la pandemia se prohibió su venta.

Ahora, un nuevo estudio confirma este gran riesgo. Los primeros resultados, publicados en BioRxiv, demuestran que las ratas que se venden y consumen en mercados y restaurantes del sudeste asiático portan coronavirus.

Investigadores de Estados Unidos y Vietnam han llevado a cabo el estudio y advierten de que el comercio de vida silvestre puede ser una incubadora de enfermedades.

A pesar de que las cepas encontradas en las ratas son distintas del Covid-19 y no se cree que sean peligrosas para la salud humana, no hay que relajarse en el consumo y contacto con estos animales. Portan muchas enfermedades y distintos virus que van mutando hasta llegar a nosotros.

”Si bien estos no son virus peligrosos, ofrecen información sobre cómo los virus pueden amplificarse en determinadas condiciones”, explica Sarah Olson, del grupo de conservación WCS de Nueva York. Olson dirigió el estudio junto con expertos en Vietnam, según informa el diario La Vanguardia.

Según se reportó desde el inicio, el orígen de la pandemia actual parece radicar en el comercio de vida silvestre, probablemente en murciélagos que portaban el virus que saltó a las personas a través de otra especie, aún no identificada.

Los nuevos hallazgos del estudio apuntan a que el virus podría estar en ratas.

Las ratas son un alimento común en Vietnam, donde son capturadas en arrozales y transportadas a mercados y restaurantes, para ser sacrificadas como una fuente fresca de carne. Los roedores también se crían en granjas de vida silvestre, junto con otros animales.

A raíz del estudio se está considerando prohibir el comercio y el consumo de vida silvestre en Vietnam y otros países, ya que advierten que estos mercados pueden ser bombas de epidemias.

Los animales silvestres portan virus que suponen un riesgo para los humanos, por lo que su consumo no es aconsejado.