Las enfermedades intestinales inflamatorias, que incluyen la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, se caracterizan por una inflamación crónica y grave del tracto gastrointestinal. Existen tratamientos para estas enfermedades, pero a menudo bloquean el sistema inmunitario de todo el organismo, lo que provoca efectos secundarios y un mayor riesgo de infección. Encontrar fármacos que actúen selectivamente en el intestino es una meta a la que se intenta llegar desde hace mucho tiempo.

 

Se sabe que los niveles elevados de la sustancia inmunitaria IL-17 están asociados a los peores síntomas de las enfermedades intestinales inflamatorias. Pero, aunque hay fármacos desarrollado para la psoriasis que actúan contra la IL-17, han resultado ser ineficaces en el tratamiento de las enfermedades intestinales inflamatorias; además, acarrean el problema de afectar a las células inmunitarias de todo el cuerpo.

 

En un nuevo estudio, el equipo de Venuprasad Poojary, del Centro Médico del Sudoeste, dependiente de la Universidad de Texas en Estados Unidos, investigó qué otras sustancias interactúan en las células inflamatorias que producen IL-17 en el intestino. Sus experimentos permitieron descubrir el importante papel de una proteína llamada Pak2. Cuando los investigadores bloquearon la Pak2 en ratones, los animales perdieron peso, tuvieron más inflamación de colon y mostraron otros síntomas de enfermedades intestinales inflamatorias, como diarrea y sangre en las heces. Sin embargo, en presencia de Pak2, la inflamación típica de las enfermedades intestinales inflamatorias disminuyó.

 

Otros experimentos revelaron que Pak2 se enlaza a ROR-gamma-t, una proteína que activa el gen IL-17. Pero mientras que ROR-gamma-t actúa como un acelerador de la inflamación al potenciar los niveles de IL-17, Pak2 actúa como un freno. El equipo de Poojary demostró que Pak2 degrada la ROR-gamma-t y evita así que active el gen de la IL-17.

 

Por tanto, manipular farmacológicamente este circuito podría permitir impedir la inflamación.