Crear esculturas que reproduzcan tan detalladamente a un ser vivo como para parecer que son ejemplares reales vivientes es un arte con mucha utilidad en el cine de ciencia-ficción. Ejemplos como los de las criaturas de la saga de “Alien el octavo pasajero” dan fe de ello. Pero esta habilidad también tiene gran valor en el campo de la paleontología. Mats E. Eriksson, de la Universidad de Lund en Suecia, investigó a fondo la anatomía de un animal, extinto desde hace mucho tiempo, y que por su aspecto podría pasar por una nueva criatura de la citada saga de ciencia-ficción. Y recurrió a la ayuda del artista plástico Esben Horn, para que este representara con todo lujo de detalles al Agnostus pisiformis. Ello incluyó aumentar su tamaño corporal para hacer que todos sus rasgos anatómicos sean claramente visibles a ojo desnudo, algo muy de agradecer porque si la escultura se hubiera hecho con el mismo tamaño que tenía de adulto el ser real (1 centímetro), deberíamos contemplarla con lupa o microscopio. (Fuente: NCYT de Amazings)