El hallazgo y posterior análisis de los primeros fósiles conocidos de embriones de tiranosaurio han aportado datos nuevos y reveladores sobre el desarrollo temprano de los colosales animales, que podían llegar a medir 12 metros de largo y pesar 8 toneladas y que se encuentran entre los mayores depredadores que han pisado la Tierra.

 

El equipo de Greg Funston, de la Universidad de Edimburgo en Escocia, hizo el descubrimiento examinando los restos fosilizados de una mandíbula y una garra diminutas desenterradas en Canadá y Estados Unidos.

 

Los escaneos en 3D de los fragmentos revelaron que pertenecían a embriones de tiranosaurios, concretamente primos evolutivos del T. rex, que, a juzgar por el tamaño de los fósiles, habrían medido alrededor de un metro de largo en el momento de salir del cascarón.

 

Nunca se han encontrado restos de huevos de tiranosaurio, pero ahora por lo menos puede deducirse que tales huevos medían unos 43 centímetros.

 

Según los investigadores, este dato sobre el tamaño típico de un huevo de tiranosaurio podría a partir de ahora ayudar a reconocer huevos de este tipo en el futuro y también contribuir a conocer mejor los hábitos de anidación de los tiranosaurios.

 

El análisis también reveló que el hueso de la mandíbula, de tres centímetros de largo, posee rasgos distintivos de los tiranosaurios, incluida una barbilla pronunciada, lo que indica que estos rasgos físicos estaban presentes antes de que los animales salieran del cascarón.