Habiendo completado diversos vuelos cuyo principal objetivo era probar en condiciones reales las capacidades aéreas del dron Ingenuity, ahora este ha realizado un vuelo para inspeccionar terrenos cercanos al robot Perseverance, que se desplaza sobre ruedas, y ayudar a identificar sitios de interés para que este los investigue y zonas demasiado escarpadas o peligrosas por las que no conviene que circule. Y ha encontrado terrenos de uno y otro tipo.

Las imágenes que capta el Ingenuity, tomadas típicamente desde una altura de unos 10 metros, ofrecen al equipo científico del rover robótico un nivel de detalle mucho mayor que el máximo alcanzable con las fotos tomadas desde la órbita marciana que suelen utilizarse para planificar la ruta del Perseverance.

En su noveno vuelo, el Ingenuity ha proporcionado datos nuevos y reveladores sobre dónde empiezan y terminan varias estructuras rocosas, las cuales son como cápsulas del tiempo porque, según todos los indicios, albergan huellas geoquímicas de mucho tiempo atrás que permitirán averiguar cómo era el antiguo clima en este lugar y cómo cambió hasta convertirse en lo que es hoy.

Este vuelo del Ingenuity también ha revelado los obstáculos que el Perseverance podría tener que sortear mientras explora el cráter Jezero.

Durante el vuelo, ideado con el fin de poner a prueba la capacidad del helicóptero robótico como avanzadilla aérea para la exploración por tierra, el Ingenuity sobrevoló un campo de dunas apodado «Séítah». El Perseverance dará un rodeo para no pasar por esa zona con dunas, ya que circular por ella sería demasiado arriesgado para el rover de seis ruedas. Quedar atrapado en una duna es algo que ya les ha ocurrido a otros robots anteriormente.