Una nueva tecnología favorece la ruptura termoquímica de los polímeros con fibras y proporciona un gas rico en hidrógeno, un combustible renovable para obtener energía eléctrica

Las fibras de carbono han supuesto una revolución en la industria de los materiales compuestos. Formadas por la unión de muchos hilos de carbono en forma de hebra, se combinan con resinas plásticas y son moldeadas para formar unos compuestos denominados polímeros reforzados con fibras de carbono (Carbon Fibre Reinforced Polymers-CFRP). Las propiedades de los CFRP han potenciado su uso principalmente en el sector aeronáutico, pero también en el transporte, la construcción, los deportes, etc. Sin embargo, producir fibras vírgenes de carbono es un proceso caro y energéticamente costoso, por lo que es importante conseguir una tecnología sostenible que permita reciclar estos polímeros y recuperar las fibras de carbono que contienen.

Ahora, investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM), en colaboración con la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), ambas entidades en España, han desarrollado un nuevo catalizador que favorece la ruptura termoquímica de los CFRP y que proporciona además un gas rico en hidrógeno, un combustible renovable que puede utilizarse para obtener energía eléctrica. Los resultados se han publicado en la revista Catalysts.

“En el CENIM hemos desarrollado una tecnología (R3FIBER) que permite, mediante un proceso termoquímico, recuperar las fibras de carbono de residuos de CFRP. Esta tecnología está transferida a la empresa Thermal Recycling of Composites, spin-off del CENIM-CSIC”, explica Félix A. López, investigador del CENIM y coautor de la publicación.

“Sin embargo, el problema que plantea esta tecnología y, en general, todas las tecnologías basadas en degradación termoquímica para reciclado de los CFRP, es la generación de compuestos orgánicos muy complejos en la etapa de enfriamiento y condensación de los gases del proceso”, añade. “Estos subproductos suelen ser moléculas de muy alto peso molecular cuyas aplicaciones son muy escasas, su manejo dentro de la instalación es difícil y, en general, suponen un problema más que un beneficio”.