Aunque la Tierra y Venus son similares en tamaño, masa y distancia al Sol, son mundos muy diferentes en la actualidad. Mientras que la Tierra tiene océanos de agua y abundante vida, Venus es seco y ferozmente inhóspito. Aunque Venus se halla solo un poco más cerca del Sol que la Tierra (a un 70% de la distancia que nos separa del Sol) Venus está mucho más caliente de lo que debería estar tomando como referencia la Tierra. Las temperaturas en la superficie de Venus son tan elevadas que, por ejemplo, en ella el plomo no puede existir en estado sólido. El paisaje calcinado está oscurecido por nubes de ácido sulfúrico. La espesa atmósfera compuesta mayormente por dióxido de carbono tiene más de 90 veces la presión de la atmósfera de la Tierra, lo que hace que cerca de la superficie su «aire» se comporte más como un fluido parecido al agua que como un gas.

Sin embargo, los científicos creen que en una época anterior, Venus pudo ser más parecido a la Tierra, un mundo con océanos de agua que era potencialmente apto para la vida, quizás durante más de mil millones de años. La hipótesis más aceptada es que algo causó un efecto invernadero imparable en la atmósfera de Venus, elevando la temperatura y vaporizando sus océanos.

DAVINCI+ (Deep Atmosphere Venus Investigation of Noble gases, Chemistry, and Imaging Plus) es una misión de la NASA destinada a explorar Venus para determinar si fue habitable en el pasado y entender cómo Venus y la Tierra, siendo mundos tan similares, acabaron generando ambientes tan diferentes.

«Venus es una ‘piedra de Rosetta’ para leer los ‘libros de registro’ del cambio climático, la evolución de la habitabilidad y lo que sucede cuando un planeta deja de tener océanos en la superficie después de un pierde un largo período», explica James Garvin, investigador principal del equipo científico de DAVINCI+ en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland, Estados Unidos. «Pero Venus es ‘difícil de leer’, ya que cada pista está oculta tras la cortina de una espesa y opaca atmósfera con condiciones inhóspitas para la exploración de la superficie, por lo que tenemos que agudizar nuestro ingenio y llevar nuestras mejores herramientas de investigación científica a Venus de forma innovadora, con misiones como DAVINCI+. Por eso hemos bautizado nuestra misión como ‘DAVINCI+’, en honor al inspirado y visionario pensamiento renacentista de Leonardo da Vinci, que fue más allá de la ciencia para conectar con la ingeniería, la tecnología e incluso el arte».