Una investigación ha profundizado en los límites de la resistencia ambiental de una alga unicelular, la Scenedesmus dimorphus, al medio marciano. Los experimentos se han realizado mediante una reproducción artificial de las condiciones reinantes en Marte. Los resultados del estudio podrían ser de gran utilidad para la búsqueda de vestigios de vida en el Planeta Rojo.

El estudio lo ha llevado a cabo un equipo dirigido por Enio Lima, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en Argentina y que trabaja en el Instituto de Nanociencia y Nanotecnología Nodo Bariloche (INN Nodo Bariloche, CNEA-CONICET). También han participado Carolina Bagnato, investigadora del CONICET en el Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable (IEDS, CNEA) y Marcela Nadal, también investigadora del Consejo en el INN Nodo Bariloche.

El estudio, publicado en la revista académica Astrobiology con el título “Reactive Oxygen Species in Emulated Martian Conditions and Their Effect on the Viability of the Unicellular Alga Scenedesmus dimorphus”, consistió en poner a prueba la resistencia de la Scenedesmus dimorphus, un tipo de alga de alta disponibilidad, a condiciones marcianas reproducidas a nivel experimental. El objetivo fue observar la tolerancia del alga a determinadas reacciones químicas y factores oxidativos propios de la superficie marciana.

El trabajo fue motivado por una investigación internacional precedente sobre la resistencia de una bacteria, Bacillus subtilis, en un contexto ambiental marciano. “Dicha bacteria moría en esas condiciones y pensamos que sería muy interesante evaluar la supervivencia de un organismo, no solo eucariota, sino adaptado a lidiar con condiciones adversas, en particular a la radiación ultravioleta del Sol”, explica Bagnato.

Así, a fin de analizar la resistencia del alga, el equipo de especialistas emuló el ambiente marciano: la temperatura en un día de verano, de aproximadamente 4 grados centígrados,  la radiación ultravioleta C, la proliferación de óxidos de hierro y percloratos, identificados en cantidad en Marte, y diferentes niveles de peróxido de hidrógeno.