Vin Diesel tiene desde hace casi dos décadas una relación “in crescendo” con República Dominicana, país al que le ha demostrado su amor, le ha traído grandes proyectos cinematográficos, en el que “ha hecho liga” con dos presidentes en el poder y casi “ha resbalado” en dos incidentes menores.

A principios de enero fue sorpresivo el primer encuentro este año de Vin Diesel con el presidente Luis Abinader, con quien se había reunido el 16 de noviembre pasado.

¿Qué buscaba? El pasado domingo se tenía la respuesta: el gobierno anunciaba la firma de un acuerdo con el actor estadounidense y la compañía Blue Mangos Studios para la construcción de de unos estudios de cine de primer nivel en Puerto Plata.

 Antes, al actor de Hollywood se le conocía en el país por una amistad con el expresidente Leonel Fernández, con quien se le vio con frecuencia durante su doble mandato de 2004 a 2012.

En esta cercanía de Diesel con el país siempre sale un nombre a primer plano: el actor dominicano Valentino Morales, quien sería una de las primeras personas que lo trajo, pues se conocen desde que el estadounidense no era famoso.

Su padre fue quien le impulsó a acercarse al mundo de la interpretación. Su altura y su corpulencia propiciaron que el cine de acción viera en él al sucesor de Arnold Schwarzenegger. “A mí no me interesa la política como a él. Soy de Nueva York, nada más lejos de mi mente presentarme a unas elecciones”, dijo hace un tiempo en son de broma en una entrevista con la agencia EFE. 

Diesel habla con soltura español, pues se crió en una comunidad hispana de Manhattan, conocida como Washington Heights, “por eso me he definido muchas veces como multicultural, aunque soy tímido y me cuesta hablar en público en español”.