En las personas de alrededor de 40 años, las células de la retina del ojo comienzan a envejecer, y el ritmo de este envejecimiento ocular es causado, en parte, cuando las mitocondrias celulares, cuya función es producir energía a partir de un compuesto conocido como trifosfato de adenosina (ATP), también comienzan a disminuir.

 

La densidad mitocondrial es mayor en las células fotorreceptoras de la retina, que tienen una gran demanda de energía. Como resultado, la retina envejece más rápido que otros órganos, con una reducción del 70% de ATP a lo largo de la vida, causando una disminución significativa de la función fotorreceptora, ya que carecen de la energía suficiente para realizar su función con normalidad.

 

El equipo de Glen Jeffery, del University College de Londres (UCL) en el Reino Unido, ha completado un estudio que es el primero de su tipo en humanos y que ha dado resultados un tanto sorprendentes: mirar fijamente a una luz de color rojo profundo durante tres minutos al día puede amortiguar significativamente el declive de la vista en personas de más de 40 años.

 

Los investigadores se basaron en sus hallazgos anteriores en ratones, abejorros y moscas de la fruta. En esos experimentos previos, hubo mejoras significativas en la función de los fotorreceptores de la retina cuando los ojos de los animales fueron expuestos a una luz roja, concretamente con una longitud de onda de 670 nanómetros.

 

Las mitocondrias tienen características específicas de absorción de luz que influyen en su rendimiento: la absorción de longitudes de onda largas, de entre 650 a 1000 nanómetros mejora el rendimiento mitocondrial.

 

La población de fotorreceptores de la retina está formada por conos, que trabajan en la visión del color, y varillas (bastones), que proporcionan visión periférica y adaptan la visión en luz tenue.

 

Para el estudio se reclutó a 24 personas (12 hombres y 12 mujeres), de entre 28 y 72 años, que no tenían ninguna enfermedad ocular. Al comienzo del estudio se examinó la sensibilidad de los ojos de todos los participantes.

 

A todos los participantes se les dio una pequeña linterna LED para que se la llevaran a casa y se les pidió que miraran en su haz de luz de color rojo intenso de 670 nanómetros durante tres minutos al día a lo largo de dos semanas. Luego se les volvió a examinar la sensibilidad de sus varillas y conos.

 

 

Los investigadores descubrieron que la luz de 670 nanómetros no tenía ningún efecto en los individuos más jóvenes, pero en los que tenían alrededor de 40 años y más, se obtuvieron mejoras significativas.

 

La sensibilidad de los conos al contraste del color (la capacidad de detectar colores) mejoró hasta un 20% en algunas personas de alrededor de 40 años y más. Las mejoras fueron más notables en la banda azul del espectro de colores que es la más vulnerable en el envejecimiento.

 

La sensibilidad de las varillas (la capacidad de ver con poca luz) también mejoró significativamente en aquellas personas de alrededor de 40 años y más, aunque menos que el contraste de color.

 

En palabras de Jeffery, el nuevo estudio muestra que es posible mejorar significativamente la visión que ha disminuido en las personas mayores, recurriendo a simples exposiciones breves a longitudes de onda de luz que “recargan”’ el sistema energético. La tecnología es simple, barata y segura. (Fuente: NCYT de Amazings)