La rutina de doña Maritza Altagracia Rodríguez Santos cada día es levantarse a las 4:30 de la mañana a llenar sus tanques y otras vasijas de agua, de esa que venden los camiones en su barrio Brooklyn de aquí.

A sus 72 años de edad, tiene que lidiar cada día con el repicar de las bocinas de los camiones que en horas de la madrugada recorren las calles de este municipio vendiendo agua, pero si no se levanta, se queda sin el preciado líquido.

Doña Maritza es el reflejo de la situación que viven los moradores de aquí, donde, de acuerdo a los datos que maneja Acción Hainera USA, el 70% de sus habitantes no tiene acceso al servicio de agua potable y el 30% restante la recibe en sus hogares, es de forma precaria.

El representante de Acción Hainera, Rafael Campusano, informó que el municipio tiene cuatro fuentes de abastecimiento que apenas suplen algunos barrios, a veces.

“Tenemos el acueducto múltiple El Carril, los pozos de Camonguí a orillas del río Nigua, el sistema Madre Vieja conocido como el PCPI y el acueducto Haina-Manoguayabo, pero la mayor cantidad de las aguas que produce se van a Santo Domingo”, informó.

Dijo que es imperativo que el gobierno construya un acueducto para abastecer de agua potable la población de Haina completa, de forma eficiente.

De hecho, los grupos comunitarios se están organizando para continuar una serie de protestas, hasta tanto el gobierno inicie los trabajos del acueducto.

Campusano informó que la próxima jornada es un encendido de velas en todas las calles de Haina y luego harán una caminata hacia el Palacio Nacional a demandar del presidente, Luis Abinader, la construcción inmediata del acueducto para el municipio.


ODISEA POR AGUA POTABLE

Las personas que tiene mayor poder adquisitivo han construido cisternas o pozos sumergibles, para acceder al servicio de agua potable.

En el caso de las personas que tienen cisternas, pagan 1,200 pesos por un camión de agua. Los que tienen tinacos, dependiendo del tamaño, pagan desde 200 pesos y por cada tanque de agua la gente paga entre 75 y cien pesos la llenada, con el agravante de que esa agua solo les sirve para limpiar la casa y lavar la ropa de color.

El grueso de la población hace malabares para tener agua en sus casas, en especial aquellos que ganan el salario mínimo o se dedican al chiripeo para el sustento de su familia.

Esta gente es la que se traslada de un barrio a otro con galones, cubetas y tanquecitos, a hacer filas para llenar sus vasijas al menor costo posible o gratis donde un amigo.

Otros se ven en la necesidad de pedir cubetas de agua prestadas o regaladas, porque sus medios económicos  no les alcanzan para pagar por el precio que han establecido los camioneros que se dedican a la venta de agua aquí o sencillamente se levantaron tarde y no lograron comprar el preciado líquido.

El señor Francklin Matos, por ejemplo, compra cuatro tipos de agua en su casa diariamente, es decir, la de los camiones para los quehaceres domésticos de su casa, la que venden los camioncitos potable a granel para cocinar, los botellones sellados para tomar y en galón para la leche de su bebé.

“Ese consumo de agua se suma al presupuesto que cada mes tenemos que disponer para los gastos fijos del hogar”, manifestó.


PIDEN UN ACUEDUCTO

La señora Nelly de la Rosa, del Frente de Mujeres Haineras, dijo que la única solución al problema de desabastecimiento de agua en Haina es que el gobierno cumple la promesa de construir un acueducto.

“A nosotros nos pasan los enormes tubos que transportan el agua de Valdesia para Santo Domingo por nuestros ojos, pero además, el agua que saca la Corporación del Acueducto de Santo Domingo (CAASD) del río Haina se la sirve a los habitantes de Santo Domingo y a nosotros nos dejan oliendo donde guisan”, comentó.

Explicó que el problema del agua no es nuevo, pues Haina tiene más de 40 años enfrentando precariedades por la falta de agua potable, pero en las últimas dos décadas se ha agudizado más, por el crecimiento de su población.

“Nosotros hemos aprendido a reciclar el agua. Cuando nos bañamos, lavamos, fregamos y limpiamos la casa, almacenamos el agua para bajar los baños. Imagínate lo difícil que es esta situación. Así no se puede tener higiene”, agregó.

La señora Raisa María Santos manifestó que barrios como el Respaldo Balsequillo, Calle en Medio y el Progreso, por citar algunos, sus habitantes tienen varios años que no ven salir agua de sus llaves.

Acción Hainera maneja los datos de que en la actualidad este municipio cuenta con 150 mil habitantes, y de ese total solo el 30% tiene acceso al servicio de agua potable de forma deficiente.

“El agua llega por chorritos y apenas dura horas. Cuando el agua se va, nosotros no sabemos cuándo va a volver y es por eso que llenamos tanques, cubetas, calderos y poncheras. Todo lo que coge agua lo llenamos”, agregó Raisa.


ANUNCIAN LA PRESA HAINA O MADRIGAL

El pasado 27 de enero, el director de la CAASD, Felipe Suberví, anunció la construcción de la presa Haina o Presa de Madrigal, como uno de los proyectos más ambiciosos que desarrollaría la institución.

La referida obra abastecería a 691,200 habitantes de Santo Domingo Norte, 460,800 residentes en Los Alcarrizos y 1,152,000 personas en la zona Occidental, para un total de 2,304,000 beneficiados.