En una investigación en la cual ha sido posible observar a pulpos peleando entre ellos, se ha descubierto que a veces recurren a usar materiales de su entorno como armas.

 

Recogen del fondo marino lo que pueden y lo arrojan contra su adversario. Recurren a esta táctica contra congéneres y a veces también contra otros animales. Este comportamiento es comparable al de los humanos cuando recogemos piedras del suelo para tirarlas contra alguien o algo.

 

El equipo de Peter Godfrey-Smith, de la Universidad de Sídney en Australia, grabó la conducta de pulpos de la especie Octopus tetricus en la bahía de Jervis, Australia, utilizando videocámaras submarinas.

 

Los autores del estudio analizaron las grabaciones de varios días e identificaron 102 casos de pulpos arrojando cosas contra oponentes. Los pulpos implicados eran una decena de individuos, aunque no siempre fue posible identificar a cada uno.

 

Los pulpos recogían del fondo marino materiales como cieno, conchas, trozos de algas y lo que encontraran, y tras alzar esta carga, la soltaban mientras empleaban un chorro de agua de su sifón (una estructura anatómica en forma de tubo que puede expulsar agua a gran velocidad) para impulsar la carga a través del agua, a menudo logrando lanzarla hasta varios metros de distancia.

 

Para realizar los lanzamientos, los pulpos tenían que mover su sifón en una posición inusual, lo que sugiere que el comportamiento era deliberado.