El Síndrome de Sjögren es una enfermedad reumática y autoinmune de diagnóstico complejo. Fue identificada por primera vez por el médico sueco Henrik Sjögren, en 1933, y a pesar de su baja prevalencia, dentro de las enfermedades autoinmunes es la más frecuente después de la artritis reumatoide.


Un equipo de la Universidad de Chile se ha adentrado no solo en la dimensión física de esta enfermedad autoinmune, que se manifiesta como sequedad de ojos, boca y otras mucosas junto con fatiga crónica, sino también en los aspectos psicosociales.

Presente principalmente en mujeres, la enfermedad, como explicó el profesor Gonzalo Rojas de la Facultad de Odontología, “tiene un inicio bien solapado donde los síntomas no son manifiestos”. En general, detalló el académico, “lo que se considera como el primer síntoma es la sequedad de los ojos porque hay una especie de atrofia de las glándulas lagrimales y salivales”, a lo que se suma la sequedad en la boca, y en algunos casos, en la piel y en otras mucosas como la genital.

“La sequedad de boca y ojos se manifiesta con la sensación de cuerpo extraño, de arenilla, y en la dificultad para tragar alimentos, para hablar, que se seque la boca muy rápido y que tengan que levantarse en la noche a tomar agua”, prosiguió el experto, agregando que también se presentan con este síndrome “otros síntomas un poco más confusos, como el dolor de articulaciones o una fatiga intensa que hace que las personas no se puedan levantar de la cama”.

Su causa es desconocida y actualmente no se dispone de un tratamiento eficaz para enfrentarla, por ello los cuidados se remiten a aminorar la sintomatología y evitar complicaciones orgánicas. A esto se suma que el diagnóstico se realiza sumando una serie de factores a partir de diversos exámenes.

Es por ello que un equipo de la Facultad de Odontología, encabezado por el profesor y vicedecano de dicha unidad, Gonzalo Rojas, desarrollaron el proyecto Fonis “Experiencia de enfermedad y su impacto en el bienestar físico, mental y social de mujeres con Síndrome de Sjögren”.

“Un aspecto que se desconoce y tal cual ocurre con muchas enfermedades crónicas, es la reacción de las pacientes frente al estrés de padecer de esta enfermedad, por lo tanto era necesario conocer desde la perspectiva de las pacientes, las principales dificultades asociadas a esta enfermedad”, explicó el académico.