El Departamento del Alguacil de Los Ángeles (LASD) extendió hasta octubre la moratoria para transferir a inmigrantes indocumentados solicitados por las autoridades federales de inmigración debido a la emergencia del coronavirus, y los brotes desatados en los centros de detención, anunció este martes la agencia.

 

En una carta enviada a la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles este lunes, el jefe del LASD, Alex Villanueva, informó que debido a los crecientes reportes sobre los casos de COVID-19, decidió extender hasta el 31 de octubre la suspensión de transferencias de indocumentados a los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).

El pasado 24 de abril el LASD había establecido la primera moratoria.

 

“Cuando tomé el cargo prometí continuar evaluando la interacción entre LASD e ICE para adicionalmente limitar esa cooperación”, resalta Villanueva en la misiva, filtrada este martes por la Red Nacional de Jornaleros (NDLON).

Villanueva ya había retirado a los agentes del ICE sus privilegios para acceder al sistema local de cárceles más grande de la nación y limitó los criterios que permiten que los presos sean transferidos a la custodia federal para una posible deportación.

El LASD tampoco está llevando a cabo las transferencia de custodia solo basado en las órdenes de retención conocidas como detainers.

 

No obstante, Villanueva en su carta advierte que seguirá respetando la colaboración con el ICE cuando se trata de obedecer órdenes de captura en contra de criminales previamente identificados.

 

El jefe del LASD señaló que las transferencias disminuyeron 47% de enero a abril en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Según datos del ICE, las autoridades migratorias actualmente tienen bajo su custodia a 21,888 indocumentados.

Los brotes de COVID-19 en los centros de detención migratoria han dejado 4,080 casos positivos, de los que actualmente 908 están lidiando con el contagio. Tres personas bajo custodia del ICE han muerto tras ser infectados con el virus.

 

El mayor contagio actualmente lo enfrenta el centro de detención en Farmville, estado de Virginia, donde hay 225 personas están siendo tratadas por la enfermedad de un total de 290 contagiados.