Con intención de visitar la Catedral de Sevilla llegamos hasta la puerta donde vemos largas filas. Aquí nos enteramos que son exclusivas para quienes ya por internet adquirieron su entrada. Con el celular Alexis trata de comprarlas, pero en cada intento aparece un aviso de Error. En esa estamos cuando alguien dice que a las 2:30 abrirán la Puerta de San Cristóbal, o del Príncipe, para quienes queremos comprar entrada. Es casi mediodía. Vamos a comer.

Cerca de las 2:00 de la tarde estamos en el lugar previsto. Está vacío. Es que las personas (no muchas) esperan al frente, a la sombra del Archivo de Indias. Hacia éste nos encaminamos. El termómetro marca 36 grados centígrados. Me siento en un saledizo de la pared y con un pequeño abanico de pila me refresco el rostro.

Varios empleados de agencias ofertan entradas para un paseo en barco por el río, o servicio de guía en el templo. Al acercarse la hora empieza la gente a cruzar para hacer turno ante las rejas del templo. Alexis cruza también. Yo permanezco a la sombra hasta poco antes de las 2:30 p.m. Al poco rato empiezan a darnos entrada. Primero a un patio, luego a la iglesia. En la taquilla hay que pagar con tarjeta de crédito.

Por este brazo sur de la nave del crucero es que vemos, casi enseguida, el mausoleo de Cristóbal Colón, del cual escribí la semana pasada. Caminamos por la Catedral de Santa María de la Sede y de la Asunción de Sevilla, en la que predomina el estilo gótico, pero con presencia de mudéjar, renacentista y barroco.

En la Capilla mayor admiramos el magnífico retablo, considerado el mayor de la cristiandad, vemos varias capillas, el coro y, en el trascoro, piezas del ajuar de la Virgen de los Reyes y San Fernando en exhibición temporal. Me siento frente a un abanico. Alexis decide subir a la Giralda (incluida en el boleto).

No sabe que son casi 100 metros de altura y caminará por las rampas que a caballo subió el gobernante cristiano San Fernando. Al regresar dice: ‘Subir 34 pisos para ver unas campanas…’ Por fatiga, hubo gente quedada a mitad de las rampas. Es que no hay cartel que a la vista avise de tantos pisos. Se necesita. (Mi hijo, Alexis Ramos Brusíloff, y yo tomamos las fotos para acompañar este artículo en el Listín Diario).

Detalles

La Catedral tiene 130 metros de largo por 76 de ancho, 68 bóvedas y 93 vidrieras. El retablo gótico de la Capilla Mayor mide 220 metros cuadrados. Las obras de estructura del templo iniciaron en 1402, sobre el solar de la mezquita mayor. De ella conserva el minarete (siglo XII). Agregaron cuatro cuerpos para sostener el Giraldillo (veleta giratoria) como alegoría del Triunfo de la Fe. Ahora es el campanario la Giralda, símbolo de Sevilla.