La mosca común y otros insectos que son plaga de cultivos poseen un “arsenal de defensa” que les permite neutralizar la acción de insecticidas naturales. Ahora, unos científicos han identificado una estrategia de “distracción” contraintuitiva para vulnerar esa resistencia y aumentar la letalidad de aceites esenciales.

En los últimos 10 años ha habido un gran interés en usar los aceites esenciales o uno de sus ingredientes, los terpenos, como insecticidas naturales en lugar de los sintéticos.  Los terpenos cumplen funciones de defensas de las plantas contra insectos, hongos y bacterias.

“Los insecticidas sintéticos son sustancias que tienen estructuras tales que no pueden ser degradas fácilmente por los sistemas vivos, lo cual acarrea grandes problemas para el medio ambiente y todos los seres vivos”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir la doctora Sara María Palacios, investigadora del Instituto de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad José Sánchez Labrador S. J. (IRNASUS), que depende del CONICET y de la Universidad Católica de Córdoba, en Argentina todas estas instituciones.

“Con ciencia básica nos estamos acercando al diseño de insecticidas basadas en terpenos que sean eficaces y a la vez amigables con la naturaleza”, agregó Palacios.