Unos científicos han diseñado un tejido textil que se comporta como un micrófono, convirtiendo el sonido primero en vibraciones mecánicas y luego en señales eléctricas, de un modo no muy distinto de cómo nuestros oídos captan los sonidos. Entre las muchas utilidades que podrían tener las prendas de ropa confeccionadas en todo o en parte con tan singular tejido, destacan la de servir de audífonos para personas con dificultades auditivas, la de vigilar los latidos del corazón por si su ritmo se vuelve anómalo, y la de permitir la comunicación entre prendas.

 

Este avance tecnológico es obra de un equipo integrado, entre otros, por Wei Yan y Yoel Fink, ambos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos.

 

Todos los tejidos vibran en respuesta a los sonidos audibles, aunque estas vibraciones están en la escala de los nanómetros, demasiado pequeñas para ser percibidas normalmente. Para captar estas señales imperceptibles, los investigadores crearon una fibra flexible que, cuando se teje en un tejido, se dobla con él como las algas en la superficie del mar.

 

La fibra está diseñada a partir de un material piezoeléctrico que produce una señal eléctrica cuando se dobla o deforma mecánicamente, proporcionando así una manera de que el tejido convierta las vibraciones sonoras en señales eléctricas.