El FSO Safer, un buque que desde hace años ejerce de almacén flotante de petróleo frente a la costa de Yemen en el mar Rojo, sufre un nivel de deterioro preocupante, por no haberse efectuado en él las tareas de mantenimiento necesarias desde 2015 debido al conflicto que asola el país desde entonces.

 

El barco está anclado a unos 60 kilómetros al norte del puerto de Hudaydah y contiene aproximadamente un millón de barriles de petróleocuatro veces la cantidad de petróleo contenida en el Exxon Valdez, el tristemente célebre petrolero que en 1989 provocó una marea negra culpable de una gravísima catástrofe ecológica.

 

Un grupo internacional de científicos, encabezado por Karine Kleinhaus, de la Universidad de Stony Brook en Nueva York, Estados Unidos, ha hecho un llamamiento público para pedir que se acelere la puesta en práctica de medidas destinadas a retirar el petróleo del barco antes de que algún punto de su deteriorada estructura ceda definitivamente y se desencadene una marea negra.

 

Kleinhaus enfatiza la necesidad urgente de prevenir una posible contaminación a gran escala en el mar Rojo, que sabotearía el medio de subsistencia de millones de personas de media docena de países las cuales residen a lo largo de la costa del mar Rojo, además de amenazar su salud. «Si se permite que ocurra un derrame desde el Safer, el petróleo liberado se extenderá a través de las corrientes oceánicas y devastará los arrecifes de coral del norte del mar Rojo y el golfo de Áqaba«.