¿Cómo afectan las comunidades de microbios que viven en nuestros sistemas gastrointestinales a nuestra salud? Will Ludington de Carnegie fue parte de un equipo que ayudó a responder esta pregunta.

 

Durante casi un siglo, los biólogos evolutivos han investigado cómo los genes codifican las posibilidades de éxito (o aptitud física) de un individuo en un entorno específico.

 

Para revelar una trayectoria evolutiva potencial, los biólogos miden las interacciones entre los genes para ver qué combinaciones son las más adecuadas. Un organismo que está evolucionando debe tomar el camino más adecuado. Este concepto se denomina paisaje físico, y se han desarrollado varias técnicas matemáticas para describirlo.

 

Al igual que los genes en un genoma, los microorganismos en el microbioma intestinal interactúan, pero no existe un marco matemático ampliamente aceptado para mapear los patrones de estas interacciones. Los marcos existentes para los genes se centran en la información local sobre las interacciones, pero no crean una imagen global.

 

«Si entendemos las interacciones, podemos hacer predicciones acerca de cómo estos sistemas realmente complejos funcionarán en diferentes escenarios. Pero hay una gran complejidad en las redes de interacción debido a la gran cantidad de genes o especies. Esto agrega dimensiones al problema. Y es difícil de resolver «, dijo Ludington.

 

Entonces, Ludington comenzó a hablar con el matemático Michael Joswig de la Universidad Técnica de Berlín.