Profundizando en el interior del circuito neural de ratones «deprimidos», los investigadores han revelado cómo funciona la ketamina en las células para lograr su efecto antidepresivo de acción rápida. La droga, según revela el estudio, restaura la formación de la espina dendrítica en la corteza prefrontal. El trabajo pone también al descubierto el papel determinante de las espinas dendríticas saludables en el mantenimiento de los efectos antidepresivos a largo plazo.

 

«… Este estudio aporta resultados cruciales para el desarrollo de estrategias innovadoras para tratar a los pacientes afectados por la depresión resistente al tratamiento», escribe Anna Beyeler en un artículo de Perspective relacionado. La depresión mayor afecta a casi el 20 % de la población de EE. UU., con una elevada tasa de recaída en los síntomas después del tratamiento clínico y, en algunos casos, en múltiples ocasiones a lo largo de la vida.

 

A pesar de la prevalencia de esta enfermedad mental, los circuitos neuronales que impulsan el flujo y reflujo de los episodios depresivos no se conocen a fondo, por lo que las opciones de tratamiento son limitadas. Estudios recientes han demostrado las prometedoras propiedades antidepresivas de la ketamina y, en marzo de 2019, la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) estadounidense aprobó un aerosol nasal derivado de la ketamina para el tratamiento de la depresión resistente al tratamiento. Sin embargo, al igual que ocurre con la depresión, el mecanismo de acción subyacente del fármaco sigue siendo desconocido y sus efectos antidepresivos suelen ser de corta duración.

 

Rachel Moda-Sava y sus colegas indagaron en el modo de acción de la ketamina empleando un modelo de depresión de ratón. Mediante tecnologías de reciente desarrollo, capaces de obtener imágenes de las espinas dendríticas, unas pequeñas estructuras que recubren las dendritas de las neuronas y forman sinapsis, y de la actividad eléctrica que tiene lugar entre ellas, Moda-Sava et al. encontraron que el comportamiento relacionado con la depresión en ratones estaba asociado con la eliminación de espinas dendríticas en neuronas de la corteza prefrontal. Sin embargo, estos efectos se invirtieron cuando se administró un antidepresivo de ketamina.

 

La ketamina restauró algunas espinas eliminadas, manteniendo de esta forma la comunicación entre las sinapsis de los microcircuitos prefrontales. Además, se necesitó espinogénesis prefrontal para mantener los efectos, según revelan los resultados. Los autores sugieren que las intervenciones diseñadas para mejorar la supervivencia de las sinapsis restauradas pueden ser útiles para sostener a largo plazo los prometedores efectos antidepresivos de la ketamina. (Fuente: AAAS)