Un exótico experimento de percepción, para el cual se ha empleado un sistema especial de realidad virtual, ha permitido estudiar las reacciones de seres humanos ante la aparente experiencia de poseer tres o cuatro brazos.

 

Un equipo integrado, entre otros, por Ken Arai y Masahiko Inami, de la Universidad de Tokio en Japón, y Sachiyo Ueda, de la Universidad Tecnológica de Toyohashi en Japón, desarrolló brazos robóticos virtuales, adicionales a los dos naturales del ser humano. Esos brazos robóticos son controlados por el usuario mediante movimientos de los pies en un entorno virtual.

 

Arai y sus colegas investigaron si el uso de los brazos adicionales, al menos de tipo robótico y solo representados en un entorno de realidad virtual, permite al usuario percibir esos brazos extra como parte de su propio cuerpo y si se producen otros cambios.

 

Los resultados del experimento mostraron que tras aprender a utilizar los brazos adicionales, las personas tendían a asimilarlos mentalmente como parte de su cuerpo.

 

El cambio perceptivo en la integración visual-háptica alrededor de cada brazo extra (espacio peripersonal) se correlacionó con la puntuación de la evaluación subjetiva de cada sujeto de estudio sobre cuánto sintió el aumento de la cantidad de brazos.