Ceres es un planeta enano de especial interés para los científicos, que lo consideran ‘testigo viviente’ de la época naciente del Sistema Solar.

El planeta enano Ceres, con sus 950 kilómetros de diámetro, es uno de los tres cuerpos celestes del Sistema Solar –además de Mercurio y la Luna– que contiene agua en sus polos (lugares que nunca reciben la luz del Sol). La temperatura en estos puntos permanece por debajo de los-150 °C. Ceres fue descubierto en 1801.

Se conoce que el agua congelada de Ceres se encuentra en cráteres ubicados en las regiones oscuras. Ahora los científicos han confirmado recientemente que estos depósitos apuntan a la existencia de océanos subterráneos que pueden albergar vida, informa el medio británico ‘Daily Mail’.

«Los volcanes helados que hemos encontrado sobre la superficie de Ceres presentan una alta cantidad de hielo en su interior», considera Thomas Platz, doctor en ciencias de la Tierra del Instituto Max Planck para la investigación del Sistema Solar en Alemania. «En este momento estamos investigando la presencia de océanos bajo la superficie. Si estos existen, técnicamente es posible que haya vida en ellos«, asegura Platz, aunque personalmente se declara escéptico al respecto.

Utilizando un método de análisis por radiación, el equipo de investigación de Platz ha descubierto más de 600 cráteres en las zonas de sombra perpetua de este planeta enano, el más cercano al Sol. Ceres, que se encuentra en el cinturón de asteroides ubicado entre las órbitas de Marte y Júpiter, es un cuerpo de especial interés para los científicos, pues se lo considera un ‘testigo viviente’ de la época del nacimiento del Sistema Solar.