La cita era a las 6:30 de la mañana en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA), José Francisco Peña Gómez. Allí, miembros de los medios nacionales, invitados especiales y pasajeros comunes cumplían el chequeo obligatorio en el mostrador (counter) de la aerolínea dominicana Sky High, que emprendía su primer vuelo directo hacia Providence.

Todos listos y puntales. El próximo punto de encuentro era en un restaurante de la terminal, donde el grupo debía estar a las 7:30 de la mañana. Era en ese espacio donde habría de quedar inaugurada la ruta directa desde Santo Domingo a Providence, capital del estado de Rhode Island, Estados Unidos.

Con este estreno, la compañía se convirtió en la primera y única aerolínea local que viaja sin escala hacia este destino estadounidense, que es el menos extenso de todos. Tiene 4,002 kilómetros cuadrados de geografía física.

Durante el acto inaugural, Cesarina Beauchamp, directora comercial y de aeropuertos de esta aerolínea, se dirigió a los presentes, asegurando que la comunidad de Providence y estados cercanos como Boston, Lawrence y Connecticut tendrán acceso a un vuelo directo con República Dominicana.

El itinerario de la ruta será lunes, miércoles y viernes. El trayecto aéreo, operado con la aeronave modelo Embraer EJR190, con capacidad para 97 pasajeros, saldrá desde el AILA a las 10:00 de la mañana y aterrizará en el Aeropuerto Internacional T. F. Green, en la ciudad de Warwick, en el condado de Kent, Rhode Island. Mientras que el vuelo de regreso será a las 2:45 de la tarde, arribando a suelo dominicano a las 6:30 de la tarde.

¡Es hora de volar!

El avión emprendió su ruta a 36 mil pies de altura con al menos 58 pasajeros a bordo, según estimaciones de uno de los pilotos. Tres horas y 45 minutos duró el vuelo para aterrizar en la pista del Aeropuerto Internacional T. F. Green, localizado a 10 kilómetros de Providence. Con fuertes aplausos y silbidos los pasajeros celebraron el descenso.

Por los pasillos de la puerta ocho, del mostrador de la aerolínea local, banderas dominicanas y artículos propios de la cultura quisqueyana daban la bienvenida.