El instrumento español MEDA, a bordo del rover Perseverance de la NASA, que aterrizó en Marte el pasado 18 de febrero, ya ha comenzado a funcionar. Se trata de la tercera estación medioambiental desarrollada por el Centro de Astrobiología (CAB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) que España envía con éxito al Planeta Rojo. Con ellas, podría decirse que España cuenta con la primera red de estaciones meteorológicas que funciona en otro planeta.

 

El exitoso aterrizaje en Marte de la misión de NASA Mars 2020 con el rover Perseverance ha constituido un verdadero hito en la exploración marciana. La agencia espacial estadounidense ha conseguido enviar al Planeta Rojo el rover más grande y avanzado construido hasta la fecha. La misión Mars 2020 forma parte del Programa de Exploración de Marte de la NASA, y cuenta con instrumentos científicos y sistemas diseñados para caracterizar la geología y el entorno atmosférico de Marte y detectar señales de vida pasada en el Planeta Rojo.

 

Uno de los siete instrumentos a bordo es el MEDA (Mars Environmental Dynamics Analyzer, analizador de la dinámica medioambiental de Marte), una estación medioambiental que se encargará de monitorizar la atmósfera marciana. Con unos 5 kilogramos y medio de peso total, MEDA consta de siete sensores que servirán para medir la dirección y velocidad del viento, la temperatura del suelo y del aire, la humedad relativa, la presión atmosférica, la radiación solar incidente en los rangos ultravioleta, infrarrojo y visible, las propiedades del polvo en suspensión y, además, dispone de una cámara para tomar imágenes del cielo marciano (incluidas las nubes).

 

El principal objetivo de MEDA es la caracterización de la atmósfera marciana. Sus datos ayudarán a mejorar y refinar los modelos atmosféricos marcianos, lo que permitirá predecir el clima y será de gran valor para preparar futuras misiones tripuladas. También servirán para estudiar en profundidad el papel que juega el polvo marciano en los procesos químicos que tienen lugar en la superficie y en la atmósfera, y que afectan a la temperatura y al clima. Asimismo, serán de gran ayuda para estudiar la radiación procedente del Sol y del espacio, que puede alterar los rastros de cualquier vida pasada en las rocas de Marte. Por último, darán información sobre cómo se produce el intercambio de vapor de agua entre el suelo y la atmósfera marciana.