Ríos y arroyos fluyeron en su día por la superficie de Marte, excavando canales que aún hoy son evidentes en la superficie del planeta. El agua de lagos bañaba además las antiguas costas. Sin embargo, ahora las arenas rojas de Marte parecen estar totalmente secas. ¿Adónde fue a parar toda esa agua?

 

Hasta hace poco se creía que toda el agua que existe en Marte estaba presente en forma de hielo almacenado en los casquetes polares y en forma de hielo subterráneo.

 

Solo en años recientes se han recogido suficientes datos mediante las naves que orbitan Marte para determinar que no hay suficiente hielo, ni suficiente pérdida de vapor de agua de la superficie de Marte, para igualar la cantidad de agua que existió en el Planeta Rojo, incluso tomando como referencia las estimaciones más bajas de tal cantidad pretérita.

 

Minerales de arcilla como la esmectita podrían contener una parte sustancial del agua que falta en Marte, según una nueva investigación realizada en la Universidad de Binghamton (Universidad Estatal de Nueva York) en Estados Unidos.

 

David Jenkins y Brittany DePasquale han determinado que la esmectita rica en hierro, la forma menos estable de la esmectita, puede formarse a profundidades de hasta 30 kilómetros, una cota mucho más profunda de lo que parecía plausible.