Aproximadamente 1.5 millones de parejas mexicanas padecen infertilidad pero menos del 50% de éstas acuden a un especialista a resolverlo, en la mayoría de los casos por los costos elevados y la falta de educación y conocimiento sobre el tema.

Por ello y con motivo de la inauguración en México del Hospital Punta Minta, una clínica para tratar la infertilidad con la más alta tecnología, el Dr. Sam Najmabadi (*), especialista en fertilidad explica algunas causas que influyen en este problema.

¿Cómo saber que tengo infertilidad?

Se puede considerar que alguien tiene infertilidad cuando antes de los 35 años se busca tener un bebé por al menos un año sin lograrlo y cuando después de los 35 años se intenta sin éxito el embarazo por al menos 6 meses.

La infertilidad se puede dar por distintos problemas en el cuerpo, algunos de los más comunes se presentan en estas partes:

  • En las trompas de Falopio
  • En los espermatozoides
  • En óvulos
  • En el útero

Muchos consideran el factor femenino como el más importante en el desarrollo de problemas de fertilidad, sin embargo, se ha comprobado que 30% de los casos se da por mala calidad de esperma en los hombres, 30% por problemas en los ovarios de la mujer y el otro 30% por problemas en el útero o en las trompas de Falopio.

Un 10% de los casos son inexplicables.

Podría decirse que lo anterior son las causas más comunes, sin embargo, el experto afirma que hay una larga lista de factores que pueden causar este problema:

  • Genética
  • Estrés
  • Tabaquismo
  • Diabetes y obesidad
  • Problemas de tiroides
  • Consumo de cafeína
  • Vivir en un lugar con mucha contaminación
  • Algunas infecciones

Infertilidad y esterilidad no son lo mismo

Najmabadi explica que es importante conocer la diferencia entre un problema y otro. La esterilidad es la forma más extrema de infertilidad y ocurre cuando el hombre no produce esperma o cuando la mujer no tiene útero, ya sea porque fue removido en una cirugía o por genética.

La diferencia más notable es que la esterilidad a diferencia de la infertilidad no tiene forma de tratarse.

¿Cuál es la mejor edad para tener un bebé sin riesgos?

Según el experto en fertilidad, la mejor edad para tener un bebé es cuando te sientas plenamente listo, sin embargo, recomienda que entre más temprano lo hagas, es mejor.

“Considera que a partir de los 30 años las posibilidades empiezan a disminuir y después de los 35 años, se reducen aún más”, asegura el Dr. Najmabadi.

Tratamientos

Para tener un tratamiento adecuado, un experto debe evaluar el grado de infertilidad.

El Dr. Sam Najmabadi advierte que el ambiente en el que se lleve a cabo el tratamiento influye mucho en el éxito del mismo y recomienda que de ser posible,  el paciente debe estar en un ambiente libre de contaminación y estrés.

Lo mejor es prevenir

El especialista sugiere que para evitar problemas de infertilidad se sigan métodos como el de la congelación de óvulos y esperma.

Consiste en congelar los óvulos o los espermas para un uso futuro con el fin de conservarlos con la mejor calidad posible, especialmente si se está buscando un bebé a largo plazo.

Najmabadi señala que después de los 30 años, una persona tiene 10% de posibilidades de concebir un bebé al mes y a partir de los 39 años, las posibilidades se reducen sólo al 3% por mes.

Este tipo de tratamiento motiva a los pacientes a congelar espermas u óvulos en una edad temprana y así aumentar hasta en un 65% las posibilidades de tener un bebé en el futuro.

“A más temprana edad congeles tus óvulos será mucho mejor, lo ideal es hacerlo antes de los 35 años”, señala el experto.

Toma en cuenta las reacciones adversas

Muchos de los tratamientos tienen reacciones adversas, ya que la mayoría requieren el uso de medicamentos, lo que puede generar algunos riesgos.

El especialista advierte que tomar medicamentos para la infertilidad por más de un año, especialmente aquellos para acelerar la ovulación, puede aumentar las posibilidades de cáncer de ovario o de mama.

También pueden generar cambios en las emociones, retención de líquidos, creación de coágulos en las piernas o en los pulmones, y en el caso más extremo, síndrome de hiperestimulación ovárica, que puede causar acumulación de líquido en estómago,  pulmones y piernas.

“Es importante que el médico que te atienda sea un experto y conozca a la perfección tu estado de salud para que pueda elegir el mejor tratamiento con la menor cantidad de efectos adversos”, concluye.