China recuperó con éxito las muestras de la superficie lunar obtenidas durante la misión Chang’e-5.

 

A pesar de la complejidad de las operaciones, la sonda desgranó perfectamente todos los pasos previstos y se posó a las 17:59 UTC del 16 de diciembre en una zona de la Mongolia Interior, donde fue recuperada por las fuerzas de rescate desplegadas.

 

Tras su aterrizaje en la Luna, el día 1 de diciembre, el vehículo de alunizaje no perdió tiempo en fotografiar sus alrededores y tomar las muestras de suelo y subterráneas programadas, almacenándolas inmediatamente a bordo.

 

El 2 de diciembre, las tareas de recolección de muestras quedaban completadas y al día siguiente, el vehículo de ascenso, con su botín, despegaba desde la Luna, en dirección a una órbita baja.

 

Ya en el espacio, el vehículo de ascenso maniobró en repetidas ocasiones, y finalmente, el día 5 se acoplaba con la sonda principal. Una vez transferidas las muestras a la cápsula de descenso, el vehículo de ascenso fue eyectado.

 

Este último, junto a otros elementos, impactaría contra la Luna el día 7. Por fin, el día 12, el módulo de servicio, equipado con el sistema de propulsión, y la cápsula de descenso, ajustaron su órbita preparando el viaje a la Tierra.