Oliver tiene 14 años, para él la cuarentena no ha sido un tiempo de ocio. Sus días son compartidos entre las clases virtuales del colegio y sus responsabilidades con Kira, Gara, Chía y Kary, las cuatro mascotas Yorkshire, que han logrado que este tiempo no tenga espacio para el aburrimiento. 

“Ya teníamos a Kira en casa (la  Yorkshire adulta) y una semana antes de iniciar la cuarentena nacieron sus tres cachorras. Su llegada ha significado una mayor responsabilidad para Oliver porque han aumentado las tareas que lo involucran, como darle la comida, sacarlas al patio, limpiar el área, entre otras”, cuenta la madre. “La rutina — dice — suele ser caótica, pero él la disfruta”. 

La familia Báez Salcedo tiene dos adultos caninos: Max, un Pastor Alemán  y Naiah, una Husky Siberiano, para ellos este tiempo ha sido menos difícil por la compañía de sus mascotas. “Los animales tienen la capacidad de leer el lenguaje no verbal, sienten cuando estamos tristes o estresados, son auténticos y leales”, dice Rosaneris Báez de Salcedo. 

Y es que, con permiso de los felinos (que también son excelentes compañeros), el perro goza de un estatus preferente en el hogar. “Una mascota es la excusa perfecta para dar y recibir amor, son un apoyo afectivo infalible, fiel cómplice de juegos y hasta confidentes”,  expresa Jackie Troncoso, de Voluntarios con Esperanza  (Voces), un movimiento que promueve la adopción y tenencia responsable, así como el rescate de animales abandonados.

Habla la experta 

Sobre el momento presente, la experta dice que el principal beneficio de la compañía de las mascotas, es el alivio de la tensión emocional porque ayudan a disminuir la sensación de soledad ocasionada por el encierro. 

“Puedo dar testimonio de la plenitud que se siente al convivir con una mascota. Tanto mi hermoso perro de 10 años, Mauricio, de raza desconocida porque fue un rescate, como Yaco, el eterno bebé de raza Boxer, han sido una fuente de amor en este tiempo de incertidumbre”. 

Voz de alerta

Troncoso explica con preocupación, que ha notado un aumento en las familias dispuestas a adoptar motivadas por la cuarentena, por lo que como promotores de la tenencia responsable han sido cuidadosos con el proceso para evitar que la decisión sea un simple capricho del momento y pasado el confinamiento esos animales queden sin hogar.

Otro panorama

Otra perspectiva que se visibiliza en la cuarentena, es de jóvenes que viven aparte de sus familias y su única compañía es una mascota. Ese es el caso de Josefina López,  vive en La Romana y asegura que sus dos gatos, Boo y  Arnó, han sido su refugio emocional en estos días de aislamiento. “Como trabajo y vivo sola, los gatos son perfectos para mí porque son independientes. Con ellos hablo, son un soporte para sentir que no estoy tan sola”, manifiesta.